Categorias: Episodios

Pigmalión y Galatea

Había en Chipre un soltero de oro: ni más ni menos que su rey, Pigmalión, que a pesar de haber tenido sus escarceos amorosos, había decidido que ninguna mujer era lo suficientemente buena para él y que no pensaba casarse.

Para compensar esa supuesta carencia en el sector femenino se dedicó a esculpir en marfil blanco a la mujer perfecta. Lo hizo con tanto realismo que parecía que fuera a empezar a moverse de un momento a otro. Pigmalión la tocaba, sorprendido de que no fuera de carne y hueso. Se enamoró de su obra y empezó a hablarle, a hacerle regalos, a ponerle ropa y, claro, a besarle y acariciarla. Llegó incluso a segunda base, tumbándola en su cama para seguir metiéndole mano y llamándola «compañera de lecho». Pero claro, lo de que la mujer que anhelaba fuera un ser inanimado era un problema.

Entonces llegó la fecha en que se celebraban las fiestas en honor a Afrodita, y Pigmalión aprovechó una vez hubieron terminado los rituales para acercarse al altar a hacer una petición a la diosa.

«Si los dioses podéis conceder todo, deseo que mi esposa sea semejante a la de marfil».

«Pigmalión y Galatea» (1797) de Louis Gauffier

No se atrevió a pedir directamente a la que quería de verdad, pero Afrodita no era tonta. Cuando Pigmalión volvió a casa y besó a la estatua, notó calor. Volvió a hacerlo, y por si acaso le puso la mano en un pecho también. El marfil se ablandó bajo ella y se convirtió en carne. La mujer perfecta despertó entre las caricias y besos de un asombrado Pigmalión, que daba las gracias a la diosa que había concedido su deseo.

Afrodita asistió a la boda, y nueve meses después nació la hija de esta unión, llamada Pafos, que más adelante dio nombre a una de las ciudades más importantes de Chipre.

¿Y de dónde sale el nombre de «Galatea»? Pues en la mitología griega es una de las nereidas, que no tiene nada que ver con esta historia que nos cuenta Ovidio en las Metamorfosis, y en la que en ningún momento se nombra a la estatua. Es Jean-Jacques Rousseau el que le da el nombre en una comedia de 1792 con este argumento, que desde entonces se popularizó.

Marta Elías

Barcelonesa de nacimiento y corazón y viguesa de adopción. Estudio el grado de Historia por la UNED, con especial hincapié en la Historia Antigua. Escribo libros de aventuras en mis pocos ratos libres.

Entradas recientes

Hestia y Príapo

Hestia era la diosa del hogar. Tanto el de los mortales como el de los…

1 día

La cólera

Tras el éxito que tuvieron Javier Olivares y Santiago García con el premiado Las meninas…

1 mes

La muerte de Cástor y Pólux

Cástor y Pólux eran los mellizos conocidos como Dioscuros. Mientras que Cástor era hijo de…

4 meses

Reseña de «La caricia de la oscuridad», de Scarlett St. Clair

Sinopsis Perséfone es la diosa de la primavera, hija de Deméter. Sin embargo, no es…

6 meses

La muerte de Acrisio

Acrisio, gobernante de Argos, había recibido la profecía de que su nieto lo mataría. Por…

6 meses

La batalla de los dioses

Durante la guerra de Troya, Aquiles mató a tantos enemigos en las aguas del cercano…

11 meses