La historia de Anfitrión y Alcmena empezó con una guerra entre sus parientes. Electrión, hijo de Perseo y Andrómeda y padre de Alcmena, reinaba en Micenas cuando se presentaron allí los hijos de Pterelao para reclamar el trono de su bisabuelo Méstor, hermano de Electrión.
La hija de Méstor, Hipótope, fue secuestrada tiempo atrás por Poseidón y de él tuvo un hijo: Tafio. Éste conquistó la isla de Tafos y nombró a sus habitantes «tafios» o «teléboas». Su hijo, Pterelao, tenía una cabellera dorada que le había dado Poseidón y que le concedía la inmortalidad. Tuvo seis hijos, que fueron los que intentaron arrebatar Micenas a Electrión.
Como el rey no les hizo caso, los hijos de Pterelao le quitaron sus vacas. Entonces, los hijos de Electrión fueron a recuperarlas y se enzarzaron en una lucha que acabó con la muerte de todos los contendientes. A Electrión solo le sobrevivió un hijo varón, Licimnio, porque aún era demasiado joven. A Pterelao, Everes, que en el momento de la reyerta estaba vigilando los barcos.
Los tafios que habían acompañado a los hijos de Pterelao huyeron en sus naves llevando las vacas robadas y se las regalaron a Políxeno, rey de los eleos. Anfitrión, sobrino de Electrión, consiguió recuperarlas y llevarlas de vuelta a Micenas. El rey, agradecido, le confió el gobierno de la ciudad mientras él organizaba una expedición de castigo contra los tafios. Anfritrión también debía proteger a Alcmena y asegurarse de que permanecería virgen hasta su regreso.
Sin embargo, Electrión no llegó demasiado lejos. Mientras recogían las vacas, una saltó fuera y emprendió la huida. Anfitrión le lanzó lo que tenía en ese momento en la mano; una maza. La mala suerte quiso que rebotara en los cuernos del animal y le diera en la cabeza al rey, que murió en el acto. Esténelo, hermano de Electrión, le sucedió en el trono y expulsó a Anfitrión de Micenas y Argos[1].
Se dirigió a Tebas con Alcmena y su hermano menor, Licimnio. Allí fue purificado por Creonte, que reinaba en ese momento. Tras eso, Alcmena prometió casarse con quien vengara a sus hermanos y Anfitrión se propuso ser él quien acometiera dicha empresa.
Solicitó la ayuda de Creonte para llevar a cabo su campaña contra los tafios, pero el rey accedió solo a cambio de que Anfitrión lo ayudara antes a él con otro asunto: librar a Cadmea de la zorra teumesia. Esa historia os la contamos con más detalle aquí.
Anfitrión había conseguido la alianza de Céfalo de Tórico, Panópeo de Fócide, su tío Heleo de Helos y Creonte de Tebas. Con ellos saqueó las islas de los teléboas, pero no había forma de tomar Tafio, su capital. El motivo era la cabellera dorada que lucía Pterelao —su sobrino-nieto segundo—. Como hemos dicho, ésta fue un regalo de su abuelo Poseidón y lo hacía inmortal. La ciudad tampoco caería mientras él siguiera vivo.
Cometo, hija de Pterelao, se enamoró de Anfitrión y traicionó a su padre por él. Le arrancó la cabellera de la cabeza y Pterelao murió. Gracias a eso, Anfitrión logró por fin tomar Tafos. Pero Cometo no le interesaba, así que también la mató, mientras que el gobierno de las islas se las entregó a Heleo y Céfalo.
Por fin, con la venganza cumplida, se dispuso a volver a Tebas junto a Alcmena. Pero allí se llevaría una gran sorpresa.
Continuará.
Notas
[1] Hesíodo dice en Escudo, 11 que Anfitrión mató a Electrión en una pelea por algo relacionado con las susodichas vacas, y que por ese crimen tuvo que exiliarse de Micenas. En cualquier caso, el resultado es el mismo: Electrión muere a manos de Anfitrión y éste se marcha de la ciudad.
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