Episodios

Hilas y las ninfas

Hilas era el hijo de Tiodamante, rey de Driopis. Cuando Heracles dio muerte al monarca de los dríopes sintió lástima por su joven hijo y lo tomó como escudero y aprendiz, convirtiéndose, con el tiempo, también en su amante.

Cuando el héroe de Tirinto fue reclutado por Jasón para participar en la búsqueda del vellocino de oro, el bello Hilas se unió sin dudarlo a la expedición, convirtiéndose en uno de los argonautas. Pero al llegar a Asia, el destino (o más bien la diosa Hera) quiso que estando de caza en Misia, un hermoso y apetitoso ciervo se cruzase en su camino. Hilas, embelesado, se lanzó en busca de la presa sin darse cuenta de que, poco a poco, se estaba alejando de sus compañeros. Pero por mucho que mantuviese el ritmo del veloz ciervo, las flechas del muchacho no conseguían dar en el blanco.

Al llegar a una fuente, llamada Pegea, el ciervo saltó sobre el agua y, finalmente, se escapó. Hilas, extenuado tras la infructuosa persecución, decidió agacharse a beber del manantial. Pero en ese momento unos brazos tomaron a Hilas y lo sumergieron en el agua. Eran las ninfas pegeas que, influenciadas por Hera, se habían enamorado del joven y lo querían para sí. El muchacho solo acertó a soltar un grito antes de desaparecer para siempre en los brazos de las ninfas, que a cambio le concedieron la inmortalidad.

Mientras tanto, los demás participantes de la cacería continuaron buscando a su compañero perdido, sin éxito alguno. La luz del día desapareció y dio paso a la noche, pero como Hilas seguía sin dar señales de vida el preocupado Heracles mantuvo en solitario la búsqueda de su amado, aún a pesar de las advertencias del resto de argonautas, que estaban decididos a continuar su viaje a primera hora de la mañana.

Fue así como Heracles se quedó en tierra y el Argos zarpó sin el héroe de Tirinto a bordo. Hera había conseguido vengarse, otra vez, de Heracles.

Alfonso Cuesta

Madrileño de pura cepa, pero bastante helenófilo. Estudié Historia en la UAH y Arqueología del Mediterráneo en la UCM. A veces bebo ouzo y bailo el sirtaki en la playa.

Compartir
Publicado por
Alfonso Cuesta

Entradas recientes

Deméter y Triptólemo

Tras el secuestro de Perséfone, Deméter descuidó sus obligaciones y recorrió la tierra buscando a…

3 semanas

«El héroe», de David Rubín

David Rubín, afamado ilustrador orensano, es ya un personaje bastante conocido de la escena comiquera…

2 meses

La cacería del jabalí de Calidón

En un tiempo en que la tierra de Calidón dio a su pueblo alimento en…

2 meses

Kaos

“Surge una línea, el orden perece. Cae la familia y el caos prevalece” Alrededor de…

2 meses

Los Mirmidones

Tras el rapto de Egina por parte de Zeus y el nacimiento de su hijo…

6 meses

«Rumbo a Ítaca», de Víctor Luis Guedán Pécker

Sinopsis Desde el paso del mito al logos hasta la muerte de Alejandro Magno, Rumbo…

6 meses