Poseidón y Amimone

Amimone era una de las cincuenta hijas de Dánao, conocidas como Danaides. Un día, estando ya establecidos en Argos con su padre como rey, la muchacha fue a cazar al bosque. Disparó una de sus flechas, con tan mala suerte que le dio a un sátiro que estaba dormido. Pero no lo hirió, o no de gravedad, puesto que nada más despertar se lanzó sobre ella para violarla.

La joven imploró ayuda a los dioses y fue Poseidón quién la salvó del lujurioso sátiro. Pero, tras socorrerla, fue él quién yació con Amimone. Fruto de ello fue el nacimiento del héroe Nauplio.

En el lugar donde sucedió esto, Poseidón golpeó su tridente e hizo brotar la llamada fuente de Lerna y el río Amimonio. Terminó así con la sequía que azotaba esa región desde los tiempos de Ínaco, el primer rey de Argos, y que el propio Poseidón había provocado. Ínaco había declarado que esa tierra pertenecía a Hera y el dios del mar, que la ambicionaba, se había vengado secando la región.

En la versión de este mito que nos da Apolodoro, Amimone estaba en el bosque buscando agua a consecuencia de esa sequía, que ya duraba varias generaciones.

No sabemos más de la vida de la joven, pero sí conocemos su destino tras la muerte. Como castigo por haber matado a su marido, aunque fuera por orden de su padre, todas las hijas de Dánao[1] están en el Tártaro con la imposible misión de llenar un barril de agua agujereado.

Notas

[1] Salvo Hipermnestra, que había desobedecido y no había asesinado a su nuevo esposo porque había respetado su virginidad.