«Helena de Esparta» de Loreta Minutilli

La vida de Helena de Esparta ha sido contada por muchos hombres, pero nadie le ha preguntado a ella su versión. En esta novela, la autora pretende dar voz a una de las mujeres más famosas de la mitología y contar una historia de anulación femenina y de búsqueda de libertad.

Viviremos con ella sus episodios más destacables: el rapto de Teseo, la elección de Menelao como marido y, por supuesto, la guerra de Troya. Conoceremos desde su punto de vista a grandes personajes como Agamenón y Clitemnestra, Odiseo, Casandra o Héctor y descubriremos, desde la visión personal de la autora, qué la motivó a seguir a Paris.

Valoración personal

Si lo que la autora pretendía, según indica la propia sinopsis, era convertir a Helena en un personaje fuerte, inteligente y dueña de sí misma, bajo mi punto de vista no le ha salido como esperaba. La novela nos muestra a una Helena que se tiene en muy alta estima, no solo en el plano físico, sino también en el intelectual. Sin embargo, no demuestra en ningún momento esa inteligencia con sus acciones ni con las justificaciones de éstas. Describe a una mujer fría, soberbia, profundamente narcisista y sin ninguna clase de empatía, ni siquiera por su propia hija, que se mueve únicamente por motivos egoístas. Es un personaje que se me ha hecho insoportable y antipático, y con el que tampoco yo he conseguido empatizar en ningún momento.

No ayuda que el narrador sea ella misma en primera persona de forma ininterrumpida y sin dividir ni siquiera en capítulos. Son 193 páginas del tirón, sin ninguna pausa, en las que parece que Helena se quiera autoconvencer de que no es tan mala y de que sus motivaciones son legítimas. Pero a mí, como lectora, no me ha convencido en ningún momento.