El dios Apolo acababa de vencer a la serpiente Pitón y se sentía especialmente altivo. Fue entonces cuando se cruzó con Eros y, con tremenda soberbia, no pudo evitar reírse de que alguien tan pequeño como el alado hijo de Afrodita portase también arco y flechas.
Grave error, pues Eros se sintió ofendido y decidió darle una lección. Tomó una flecha dorada de su carcaj y disparó sobre Apolo, acertándole en el corazón. Súbitamente, el dios empezó a sentir el amor creciendo dentro de sí. Eros, justo a continuación, tomó una flecha de plomo y la lanzó contra la ninfa Dafne, hija del río Peneo. Esta otra flecha tenía la propiedad contraria, pues en vez de conseguir que el herido se enamorase, ésta le haría rechazar el amor. Fue así como Apolo se enamoró de Dafne, quien sin embargo no sentía sino desprecio por él.
Pero Apolo no se dio por vencido, y se puso a perseguir a Dafne, quien intentaba por todos los medios que éste no la alcanzase. Pero cuanto más huía la ninfa, mayor ansia por ella sentía Apolo y más apretaba el paso para poder atraparla. Desesperada, Dafne rogó entre lágrimas a su padre que la salvase de ser violada por Apolo. Fue entonces, cuando el dios alcanzó a tocar a la ninfa, que la piel de Dafne fue transformándose progresivamente en corteza. A su vez, sus brazos se volvían duros y alargados, y su cabellera se tornaba en hojas. Peneo, para salvar a su hija, la había convertido en árbol. Y este árbol se conoce como laurel (Δάφνη en griego), precisamente en honor a la ninfa.
Pero a pesar de Dafne ya no tuviese cuerpo humano, Apolo nunca dejó de profesarle amor. Y es por ello que tomó unas hojas del árbol y se hizo una corona con ellas para adornar su cabeza. Y fue por ello también que desde entonces los campeones de los juegos píticos portarían la conocida corona de laurel.
Tras el secuestro de Perséfone, Deméter descuidó sus obligaciones y recorrió la tierra buscando a…
David Rubín, afamado ilustrador orensano, es ya un personaje bastante conocido de la escena comiquera…
En un tiempo en que la tierra de Calidón dio a su pueblo alimento en…
Sinopsis Desde el paso del mito al logos hasta la muerte de Alejandro Magno, Rumbo…