Ofeltes de Nemea

Ofeltes era el hijo del rey Licurgo de Nemea y su esposa Eurídice. Un oráculo sobre él advirtió a sus padres de que no podía tocar el suelo hasta que aprendiera a andar o moriría.

Tenía como niñera a Hipsípila, que había sido reina de Lemnos pero sus súbditas la habían vendido como esclava. Ésta cuidaba al pequeño.

Cuando los siete caudillos que se unieron para atacar Tebas pasaron por esas tierras, Hipsípila se los encontró y los hombres le preguntaron dónde podían encontrar agua. La mujer, que llevaba al niño en brazos, lo dejó un momento en el suelo mientras les enseñaba dónde había una fuente.

En ese momento, una gran serpiente mató al bebé. Los caudillos mataron a la serpiente y enterraron al niño y consideraron lo sucedido como una señal. Era la primera víctima de su expedición y cambiaron el nombre de Ofeltes a Arquémoro: «el que inicia la matanza».

En su honor se celebraron los primeros Juegos Nemeos, que más tarde serían una de las cuatro principales competiciones deportivas de la Hélade.