Circe fue la primera hija de Helios, dios del sol, y de la náyade Perseis, hija de Océano. Se crió en los salones de los palacios de sus padres y abuelos, junto a sus primas, las ninfas, y sus hermanos, Pasífae y Perses. Pronto se dio cuenta de que no encaja en ese mundo y solo el nacimiento de su hermano más pequeño, Eetes, alivió su soledad por un tiempo.
Tras la marcha de sus hermanos a sus respectivos nuevos reinos, atraída por los mortales, conoció al pescador Glauco. Su amor hacia él hizo que pusiera en práctica algo de lo que le había hablado Eetes: pharmaka, magia con hierba que ha recibido la sangre de los dioses. El resultado terminaría con una de sus primas, Escila, convertida en un terrible monstruo y con su exilio forzoso en la isla de Eea, pero sería el inicio de la habilidad por la que sería recordada; la hechicería.
A través de los ojos de Circe vemos pasar distintos hechos y generaciones reflejados en la mitología. Los inicios del liderazgo de los nuevos dioses tras la titanomaquia, el esplendor de la Creta minoica, con el ingenioso Dédalo y el nacimiento del Minotauro, la escala en su isla de Jasón y Medea para purificar su crimen y, claro está, el tiempo que Odiseo permaneció con ella y el hijo que tuvieron en común, Telégono. Estos y más personajes desfilan a lo largo de la novela, en la que cada experiencia forja el carácter y la voluntad férrea de la siempre subestimada Circe.
La historia está narrada con tal fluidez que acabas inmerso en ella sin darte cuenta. Su profunda soledad y la injusta aversión hacia ella de sus propios padres y hermanos transmite un constante halo de tristeza, pero que se torna en admiración cuando va superando una a una todas las trabas que dioses y mortales ponen en su camino.
Una de las cosas que más me ha gustado ha sido el enfoque que da la autora al personaje de Odiseo, despojándolo de su aura de héroe y resaltando las virtudes del hombre de las que hablan las canciones, pero sobre todo los defectos que éstas callan. Sin desmerecer el intelecto que lo hizo famoso, descubrimos la faceta “realista”, la del rey micénico de su época, cuya forma de obrar responde a necesidades estratégicas y políticas, aunque eso implique actos aberrantes. Este hecho contrasta aún más con la visión de otros dos personajes clave de La Odisea como son Penélope y Telémaco, llevados a Eea por Telégono tras la muerte de Odiseo.
Otro aspecto que me ha llamado la atención es la dualidad en la etapa de su maternidad, quizá por ser también madre y haber experimentado —salvando las distancias— sentimientos similares. La difícil relación con su hijo desde su mismo nacimiento y el profundo agotamiento físico y mental de la lucha diaria con él, y a la vez el gran amor que siente y por el que se enfrenta a los dioses y criaturas más poderosas sin dudarlo.
Una lectura profunda y emotiva, totalmente recomendable. La valoración ha sido muy positiva.
Título: Circe
Autora: Madeline Miller
Año de publicación: 2019
Editorial: Alianza
Nº de páginas: 441
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que buena critica! a mi me reconcilió con los Titanes y me hizo recordar la estupenda teogonía de Hesiodo, q sin poder leerla ( soy de ciencias) , me sigue fascinando en forma de esquema o arbol genealógico... me los imagino tramando contra los olimpicos, que siempre han sido unos creidos ...
¡Gracias! Pues el libro tampoco deja en muy buen lugar a los titanes, aunque ese "rencor" hacia los olímpicos es otro aspecto que también me gustó.