Reseña de «La caricia de la oscuridad», de Scarlett St. Clair

Sinopsis
Perséfone es la diosa de la primavera, hija de Deméter. Sin embargo, no es capaz de hacer que nada florezca. Todo lo contrario; lo que toca, se marchita. Pretende, entonces, abrirse camino como una joven veinteañera normal en la gran ciudad, haciendo a su madre la promesa de que no se acercará a otros dioses. Especialmente a Hades.

Sin embargo, este encuentro se produce con el resultado de un contrato en el que Perséfone tiene seis meses de plazo para crear vida en el Inframundo, o quedará atrapada en él.

Valoración personal

Lo compré un poco engañada porque estaba catalogado como fantasía. La premisa de no tener magia y el reto de crear vida me llamó la atención, pero me encontré con una novela romántica, de las que tiene mucho sexo explícito.

Tras el cambio de mentalidad respecto a ella, y siendo un género del que apenas leo, no estuvo mal. Se deja leer. No es ni mucho menos un libro memorable. Los personajes son arquetipos del género: a ella la pintan tan valiente y sincera que la mayor parte del tiempo lo que parece es insolente y bocazas. Y, por el motivo que sea, eso le gusta al protagonista masculino. Este, evidentemente, es perfecto. Alto, guapo, rico, bueno bajo la fachada de tipo duro… lo de siempre.

El mundo en el que se mueven no me ha terminado de convencer: los dioses tienen milenios, pero ella es una diosa “nueva” y solo tiene 24 años. Los demás ni la conocen. Vive en Nueva Atenas, capital de Nueva Grecia, y los dioses tienen negocios y están muy presentes en la vida mortal como una especie de celebridades. Esto es básicamente lo que me ha quedado claro. Habla un poco más del origen de los dioses allí y de su historia, pero casi nada y de forma muy superficial. Da la impresión de que es por tener un poco de contexto y ya está, pero a mí me hubiera interesado un poco más si toda esa trama estuviera mejor construida.

La parte personal, tanto la historia de amor como el reto al que se enfrenta con lo de crear vida, es lo más entretenido. Bastante previsible, como pasa en esta clase de novelas, pero entretenido.

Aparecen otras figuras mitológicas relacionadas con Perséfone, aunque con otro rol. Destacan por su importancia en la trama Adonis —recordemos que, en la mitología, Afrodita y Perséfone peleaban por quedárselo—, y la ninfa Mente, que cumple el papel arquetípico de “la otra” de la que la protagonista tiene celos, aunque el chicarrón solo tenga ojos para ella. También aparecen con más protagonismo que el resto de dioses Hermes y Hécate.

En definitiva, lo dicho: se deja leer. Y se lee rápido. Es novela para oxigenarte un poco el cerebro, aunque solo si te gusta el género romántico o, al menos, no te desagrada.