Episodios

El nacimiento de Ártemis y Apolo

Zeus se había fijado en la titánide Leto, hija de Ceo y Febe, y de su unión quedó embarazada de mellizos. Sin embargo, su nacimiento sería toda una Odisea.

Por un lado, la serpiente Pitón, hija de Gaia, sabía por una profecía que su destino era morir a manos del hijo de Leto, así que al enterarse de que estaba encinta, la persiguió para evitarla. Zeus lo evitó haciendo que Bóreas, el viento del norte, se la llevara.

Por otro, Hera había prohibido a los habitantes de las distintas tierras que acogieran a Leto para que diera a luz a los bebés. Por suerte para la titánide, tenía una hermana que se había convertido en isla[1] y estaba desierta. Ningún habitante podía prohibirle nada. Se dirigió allí, a la isla errante de Ogigia, que a partir de aquel momento fue anclada con cadenas al fondo del mar por el propio Zeus para proporcionar un lugar seguro a Leto. Desde entonces cambió su nombre por Delos.

Pero Hera aún tenía un último recurso para impedir el nacimiento: prohibir a Ilitía, la diosa de los partos, que acudiera a asistir el alumbramiento. Leto salió de cuentas y pasó nueve días entre grandes dolores sin poder hacer nada para que nacieran sus bebés. Finalmente, los demás dioses, movidos por la compasión, sobornaron a Ilitía con un collar de ámbar de nueve codos para que fuera a auxiliar a la parturienta.

Ártemis fue la primera en nacer, y ella misma asistió el resto del parto para ayudar a su hermano menor, Apolo. Pero Hera continuaba la persecución de Leto y ésta se dirigió con sus bebés a Licia, donde se detuvo en un estanque para saciar su sed. Los campesinos de allí intentaron impedirlo, y la titánide les dijo que, a pesar de que no tenían derecho a prohibirle beber de una fuente que no es de nadie, se lo pedía de buenas maneras. Aun así, los campesinos no solo insistieron en su empeño, sino que además la insultaron, amenazaron y removieron el barro del fondo del estanque para enturbiar el agua. Entonces, Leto se enfureció y los convirtió en ranas para que vivieran eternamente en esas aguas pantanosas.

 

Notas

[1] La hermana era Asteria, y su conversión en isla se había producido precisamente huyendo de las atenciones indeseadas de Zeus.

Marta Elías

Barcelonesa de nacimiento y corazón y viguesa de adopción. Estudio el grado de Historia por la UNED, con especial hincapié en la Historia Antigua. Escribo libros de aventuras en mis pocos ratos libres.

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