Prometeo

Prometeo era hijo del titán Jápeto y de su sobrina, la oceánide Clímene. Era hermano de Atlas, Epimeteo y Menecio, y primo de Zeus y la primera generación de dioses olímpicos.

Fue el creador de la humanidad y, como tal, se convirtió en su protector y principal benefactor. Les dio vida mezclando agua de lluvia y tierra y dándole forma a semejanza de los dioses.

También se lo considera el inventor del sacrificio, puesto que en una ocasión engañó a Zeus para que eligiera los huesos de un buey en vez de su carne. De esta forma, en adelante los hombres se comerían la carne de los animales y quemarían los huesos en el altar de los dioses.

Por esta humillación, Zeus castigó a sus criaturas quitándoles el fuego, sin el que no podrían sobrevivir. Pero Prometeo no permitiría tal cosa, de modo que robó el fuego al rey de los dioses.

Zeus castigó a todos por ello. A la humanidad, enviando a Pandora, creada por Hefesto por orden suya, como esposa para Epimeteo; bella, encantadora, astuta, maliciosa y curiosa. Ella destapó una jarra con todos los males que a partir de entonces asolaron a los hombres.

Pero para Prometeo tenía reservado un castigo más cruel. Mandó a Hefesto encadenarlo en una columna del monte Cáucaso, donde Etón, un águila monstruosa hija de Tifón y Equidna, le comía el hígado durante el día. Al ser inmortal, éste se regeneraba por la noche.

Esta tortura pretendía ser eterna, pero miles de años después pasó por allí Heracles durante la realización de una de sus tareas y liberó al titán disparando una flecha a Etón. Como agradecimiento, Prometeo le reveló cómo obtener las manzanas del jardín de las Hespérides.

Su hijo, Deucalión, se casó con su prima Pirra, hija de Epimeteo y Pandora. Ambos serían los padres de una nueva humanidad tras la gran inundación provocada por Zeus.