Deméter y Triptólemo
Tras el secuestro de Perséfone, Deméter descuidó sus obligaciones y recorrió la tierra buscando a su hija. Durante ese viaje llegó a una corte disfrazada de nodriza. Los reyes la aceptaron para que alimentara a su hijo Triptólemo.
La diosa se encariñó con el niño y decidió convertirlo en inmortal. Durante el día le daba su leche divina, y por la noche lo cubría con fuego para quemar su carne mortal. Pero sus padres, sorprendidos porque Triptólemo crecía a mayor velocidad y con más salud que el resto de niños, una noche la espiaron.
La reina, al ver a Deméter ponerlo al fuego, gritó de terror y la diosa detuvo el proceso. Como castigo por la interrupción ya no convirtió al niño en inmortal, pero le dio un carro tirado por dos dragones y le concedió el don de ser el primero en saber cultivar el cereal y difundir su conocimiento por el mundo.
Esta historia tiene múltiples variantes:
- Para Higino, Triptólemo era hijo de Eleusino y Cotonea.
- Ovidio, en Fastos, nos cuenta que era hijo de un viejo pobre, Celeo, y su esposa Metanira. También que el niño acababa de morir por una enfermedad y Deméter lo resucitó.
- Apolodoro también hace padres a Celeo y Metanira, pero el niño al que intenta convertir en inmortal es otro: Demofonte. Al ver interrumpido el proceso, a la criatura la consumió el fuego y murió. Triptólemo era el hermano mayor.
Higino amplía la historia en su Astronomía poética y nos cuenta cómo Triptólemo fue el primero en utilizar la rueda para cumplir más rápido su misión. También que, cuando llegó ante Carnabón, rey de los getas de Tracia, inicialmente lo recibió con hospitalidad, pero después le tendió una emboscada y abatió a uno de sus dragones. Deméter llegó en su defensa, restituyó su carro a Triptólemo y castigó al rey de una manera poco habitual: lo representó en las estrellas sujetando a una serpiente con intención de matarla. Esta constelación sería la que conocemos como Ofiuco.
El poeta también nos cuenta, esta vez en las Fábulas, que cuando regresó a su tierra, Celeo ordenó matarlo por haber propagado su conocimiento. Pero, una vez más, Deméter intervino y le concedió el reino a Triptólemo. Éste le puso el nombre de Eleusis e instauró las fiestas de las Tesmoforias en honor a su diosa benefactora y a su hija Perséfone.