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La muerte de Cástor y Pólux

Cástor y Pólux eran los mellizos conocidos como Dioscuros. Mientras que Cástor era hijo de Leda y Tindáreo, rey de Esparta, y era mortal, su hermano era hijo de Zeus y, por ello, inmortal.

Entre ellos tenían una relación ejemplar, pero no así con sus primos Idas y Linceo. Éstos los invitaron a su boda con otras primas comunes: Febe e Hilaíra. Pero Cástor y Pólux las secuestraron antes y se casaron con ellas.

Los primos no las reclamaron y todos siguieron con sus vidas[1]. El conflicto vendría en otra ocasión en que los cuatro fueron juntos a robar ganado en Arcadia. Cuando fueron a repartirlo, Idas dividió en cuatro partes uno de los bueyes. Luego dijo que la mitad sería para el primero en terminar de comer su porción. La otra mitad, para el segundo. Acto seguido, se tragó de repente su parte y luego la de su hermano. Como “ganadores”, los dos hermanos se llevaron el botín a Mesenia.

Pero los Dioscuros no iban a dejar las cosas así. Organizaron una expedición a Mesenia, en la que recuperaron ese botín y se llevaron mucho más. Después, tendieron una emboscada a sus primos. Sin embargo, Linceo vio a Cástor y se lo dijo a su hermano, con el resultado de que Idas lo mató. Pólux los persiguió y consiguió matar a Linceo con su lanza, pero Idas le dio en la cabeza con una piedra y cayó inconsciente.

Zeus intervino para vengar a su hijo y fulminó a Idas con un rayo. A Pólux intentó llevarlo al Olimpo, pero él se negó a aceptar la inmortalidad si su hermano estaba muerto. Así, Zeus les permitió estar en el Hades y en el Olimpo en días alternos.

Queremos destacar la versión de Higino, en la que Idas y Linceo fueron a recuperar a sus prometidas. En ella, Cástor mató primero a Linceo e Idas abandonó la lucha y se dispuso a apilar sus huesos en un monumento funerario. Pero Cástor no le permitió construirlo e Idas le clavó su espada en la ingle.

Por eso, el trono de Esparta fue a parar a Menelao, el esposo de su hermana Helena, y no llegaron a participar en la Guerra de Troya. Para entonces ya formaban parte del firmamento en la constelación de Géminis.

[1] Apolodoro y Píndaro cuentan que el secuestro de las prometidas no tuvo mayores consecuencias, pero Ovidio e Higino dicen que la lucha entre primos se produjo por este motivo.

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