Ares, al igual que Atenea, era el dios de la guerra. Sin embargo, personificaban aspectos muy diferentes. Mientras que la diosa representaba la inteligencia y la estrategia, Ares lo hacía con la irracionalidad, violencia y horror.
Era parte de la segunda generación de dioses, hijo de Zeus y Hera y hermano de Hefesto, cuya esposa era su más célebre amante. Ares y Afrodita mantenían una relación humillante para el dios de la forja, que en una ocasión les tendió una trampa y los atrapó “con las manos en la masa” en una red dorada y llamó al resto de dioses para burlarse de ellos.
De Afrodita tuvo su descendencia más importante, aunque no la única. Harmonía, diosa de la concordia; Fobos y Deimos, hermanos gemelos personificación del horror y el terror respectivamente; Eros, del amor y la atracción sexual; Anteros, del amor correspondido; e Hímero, de la lujuria y el deseo.
Fobos y Deimos, junto con su hermana Enio, lo acompañaban en las batallas, así como otras deidades menores que personificaban diferentes aspectos de éstas: las Macas, las Hisminas, Cidoimos y Polemos.
La fundación de Cadmea
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