Helios
Helios es la personificación del sol en la mitología griega. Es hijo de los titanes Hiperión y Tea, y hermano de Selene, la luna, y Eos, la aurora.
Cada día, precedido por su hermana Eos, Helios monta su carro dorado tirado por cuatro corceles que expulsaban fuego por la boca. Partiendo hacia el oeste, recorren el cielo hasta alcanzar el océano donde desaparecen, terminando el día y dando lugar a la noche. Es entonces cuando Helios, transportado en una embarcación en forma de copa de oro, atraviesa el océano para regresar de nuevo al este, desde donde volverá a partir al día siguiente.
Quizás es por este viaje diario a través del océano que Helios tuvo hijos con dos oceánides. Con Perseis, con quien se casó, tuvo a Perses, Eetes, la bruja Circe y Pasífae, la madre del Minotauro. Con la otra ninfa marina, Clímene, tuvo a las Helíades y a Faetón, quien murió tras intentar conducir el carro de su padre.
Helios porta una radiante corona y sus rayos son mortales. Desde el cielo observa todo lo que pasa en la tierra, razón por la que es llamado “el que todo lo ve”. Fue por ello el encargado de avisar a Hefesto de que la esposa de este, Afrodita, le estaba siendo infiel con Ares, lo que acabó desembocando en la creación por parte del dios cojo de una red con la que atraparía a los infieles amantes.
También Helios tuvo un pequeño papel en el regreso de Odiseo a Ítaca, pues durante el viaje, al pasar por la isla Trinacria, los compañeros del héroe se alimentaron del rebaño sagrado del dios, por lo que éste, ofendido, amenazó con ocultarse bajo tierra a menos que los culpables fuesen castigados. Zeus, entonces, fulminó con sus rayos a los ladrones de ganado consiguiendo aplacar la ira del dios del sol.
Episodios en los que interviene:
El castigo de Sísifo
